Todos pasamos por momentos y etapas de la vida en las que creemos que no podemos más y es más sencillo de lo que pensamos caer en una depresión si no conseguimos ver el norte. A continuación te presentamos los mejores consejos para ayudar a un amigo con depresión. Sigue leyendo para conocer las mejores recomendaciones de los expertos para ayudar a un amigo que tiene depresión a mejorar su estado de ánimo y recuperar la alegría de vivir.
En qué consiste la depresión
La depresión puede calificarse como uno de los trastornos mentales más frecuentes, que puede combinarse con la ansiedad y con el estrés en muchas ocasiones. En este caso, se caracteriza por la apatía, la tristeza, la pérdida de interés y de las ganas de hacer cosas, los sentimientos de culpa, la incapacidad de experimentar placer y la falta de autoestima. Además, también puede somatizarse en forma de trastornos del apetito o del sueño, una gran sensación de cansancio y problemas para concentrarse.
Cómo saber si se tiene depresión
En muchos casos estamos tan absortos en nuestras propias vidas que somos incapaces de darnos cuenta de que nuestros amigos no se encuentran bien. La pérdida de peso, la apatía o la reducción de sus actividades pueden ser señales que nos indiquen que nuestros amigos pueden tener un problema. Del mismo modo, las personas deprimidas suelen tener una mala imagen de ellas mismas y es probable que empiecen a hablar mal de sus capacidades o de su vida, así como que dejen de cuidar su aspecto personal. De esta forma, es fundamental estar atentos para poder detectar estos problemas y ayudar a nuestros amigos con depresión.
Claves para ayudar a una persona que tiene depresión
Lo primero que debemos hacer si detectamos algún problema es hablar con nuestros amigos para explicarles que no están solos y que pueden contar con nosotros. Podemos empezar comentando los síntomas que hemos notado, o directamente preguntándoles si se encuentran bien y explicándoles que pase lo que pase pueden contar con nosotros porque somos incondicionales.
Del mismo modo, aunque hayas detectado que tu amigo tiene depresión, no tienes por qué cargar a tus espaldas con todo, sino que será muy interesante coordinarte con el resto de tus amigos y con su familia para conseguir animarle. De hecho, con la ayuda de tantas personas es posible que mejore de forma más rápida, aunque habrá que ir con cuidado con no solicitar la ayuda a personas que no vayan a ayudar a mejorar a tu amigo, o a personas que no quiera que sepan por lo que está pasando, porque sino perderás su confianza. Si le arropáis todos juntos será posible revertir su situación, que se sienta querido y que vuelva a tener ganas de hacer cosas y de disfrutar de la vida.
Cuando un amigo tiene depresión lo mejor es proponerle planes saludables, evitando las salidas de fiesta y los excitantes o depresores como el alcohol. De esta manera, un día en la playa, un paseo por la montaña o un partido de fútbol entre amigos, así como cualquier tipo de actividad en la naturaleza, serán sin duda las mejores opciones para ayudarle a sentirse bien y regenerarse. El sol es un antidepresivo totalmente natural que si se mezcla con el deporte y con compañía a nivel social será perfecto para arrancar el cambio en tu amigo. Piensa que si no puedes curarle sí puedes ayudarle a hacerlo y a iniciar su propio camino de recuperación cuanto antes.
Si bien no debe ser lo primero que le digas, una vez tu amigo ya se encuentre bien contigo hablando de su problema, es interesante que le recomiendes buscar ayuda profesional. Es importante que le recuerdes que la depresión es un trastorno médico que puede curarse, y que lo más inteligente será buscar ayuda profesional para poder sentirse bien cuanto antes. Ir al psicólogo es un acto que hacen las personas inteligentes para solucionar sus problemas, y si le cuesta hacerlo siempre puedes brindarle tu apoyo o acompañarle a las sesiones si así se siente mejor. No debe caer en el error de pensar que se trata de una mala racha que superará sólo sin ayuda profesional porque haciendo terapia contará con una gran herramienta para avanzar en la depresión, ya que solamente un profesional formado, como nos han explicado MendezPsicologia, será capaz de encontrar el origen de la depresión, de comprender cómo ha surgido y de ayudarle a terminar con ella.
Está claro que tener a un amigo con depresión puede ser muy tedioso, y que incluso en algunas ocasiones probablemente te parecerá que tú también vas a deprimirte por pasar tanto tiempo con él, pero lo cierto es que es importante tener paciencia, y que si de verdad eres su amigo estarás ahí. Un buen amigo que le anime y que le ayude a buscar una solución será todo lo que necesitará para prevenir recaída y conseguir salir adelante. Piensa que, aunque en este momento te parezca que estás haciendo un gran esfuerzo al tener que sacar adelante tu vida y la de una persona que se encuentra en un estado muy delicado, sin duda si aprendes a mantener el equilibrio tu amigo te lo agradecerá de por vida. Aunque el camino no es fácil, seguro que tu amigo haría lo mismo por ti si la situación fuera al revés, con lo que no dejes de ayudarle y seguro que en poco tiempo consigue salir adelante.
Lo que no debes hacer
Es importante respetar sus tiempos y dejarles hablar cuando quieran hacerlo, que se den cuenta de que les escuchamos y de que estamos allí, ya que hablar sólo nosotros y llenarles de consejos no servirá de nada. Es importante usar frases de apoyo, animar a nuestro amigo a que se abra y se sienta respaldado, pero evitar los tópicos manidos que pueden hacerle sentir peor y hacer que se cierre todavía más en sus problemas y en su depresión.
Otro de los errores más comunes a la hora de ayudar a un amigo que tiene depresión es juzgarle. No debes juzgarle ni valorar sus acciones bajo ninguna circunstancia, sino simplemente estar ahí ofreciéndole tu ayuda. Tu amigo no ve fácil el recuperarse, ni debe tomarse como algo más negativo todavía el encontrarse así o sentirse culpable. Tienes que ayudarle a encontrar el apoyo y las herramientas necesarias para poder hacer frente a su problema, pero sin juzgarle ni valorar su situación. Es importante aportar confianza y evitar los juicios, formular de manera positiva sus acciones y reseñar todos sus avances. Además, agradecerle constantemente que haya confiado en ti sin forzar las situaciones será clave en su proceso de recuperación.