Todos hemos experimentado o realizado cosquillas a otra persona alguna vez en nuestra vida, pero muy pocas personas sabemos qué son o cuál es su función. A continuación te contamos qué son las cosquillas, por qué tenemos cosquillas las personas y cómo hacerlas y evitarlas de manera eficiente.
Qué son las cosquillas
Las cosquillas son un gesto o un impulso que puede llegar a ser divertido y agradable o también molesto. Todas las personas hemos experimentado cosquillas de varios tipos a lo largo de nuestra vida. Algunas de ellas, las conocidas por los expertos como knismesis, tienen lugar cuando algo roza nuestra piel. Se trata de unas cosquillas que no son las que nos hacen reír, sino que se trata de una reacción natural del cuerpo que nos puede alertar de la picadura de un insecto. Es por ello que en estos casos la mayoría de personas responden a estas cosquillas frotándose la zona o sacudiéndola rápidamente. Es la misma sensación que podemos provocar pasando las uñas de forma suave por la piel y también son visibles en los animales.
Del mismo modo, encontramos las cosquillas gargalesis. Este tipo de cosquillas son mucho más intensas y son las que nos hacen reír. La característica principal de estas cosquillas es que es imposible que nos las hagamos a nosotros mismos, ya que aparecen como reacción sorpresa cuando nos las hace otra persona.
Por qué tenemos cosquillas
Ahora bien, después de entender qué son las cosquillas, lo más probable es que nos preguntemos por qué tenemos cosquillas. En la actualidad existen diferentes teorías sobre el motivo por el que tenemos cosquillas. Algunos expertos explican que las cosquillas son un tipo de estímulo que nos enseña a proteger las zonas más delicadas de nuestro cuerpo desde pequeños (siendo estas zonas las más sensibles a las cosquillas), como por ejemplo el cuello, las costillas, etc. Según esta teoría éste es el motivo de que cuando nos hagan cosquillas nos encojamos y tendamos a protegernos en posición fetal.
A nivel psicológico, las cosquillas se perciben como una manera de incentivar las interacciones y la unión social con otras personas, sean éstas amigos, pareja o familia. Es por este motivo que nadie puede evitar hacer cosquillas a los niños para que se rían, y por lo que muchos expertos coinciden también en que se trata de una de las primeras formas de comunicación de los bebés. Según estos expertos, las cosquillas son un gesto reconfortante para padres e hijos que contribuye a afianzar fuertes lazos sentimentales.
Juegos para hacer cosquillas con amigos
De esta manera, si quieres aprovechar todos los beneficios de las cosquillas puedes enseñar a tus hijos diferentes juegos de cosquillas, jugar con ellos o animarles a que jueguen con sus amigos.
Uno de ellos pasa por elegir un número del uno al cien. El que acierta tiene derecho a hacer cosquillas a los demás, eligiendo la parte que prefiera para provocar carcajadas.
Otro juego de cosquillas es el de «tengo un secreto». Con esta frase conseguiremos que los otros jugadores se acerquen. Entonces tenemos que decirles tonterías y aprovechar para hacerles cosquillas. Cuando se vayan tenemos que hacerles volver y repetir el juego. Sin duda es una alternativa muy divertida que entretendrá a los pequeños de la casa durante largas jornadas.
Del mismo modo, otro juego muy divertido de cosquillas es el de la abeja zumbadora. Está pensado para los bebés y se basa en poner el dedo en el aire y fingir que se trata de una abeja imitando su zumbido. De esta manera, iremos moviendo la abeja para hacer cosquillas al bebé o para que los niños se las hagan entre ellos. En los bebés más pequeños sólo el dedo en el aire les hará reír muchísimo.
Cómo hacer cosquillas
Hacer cosquillas bien es todo un arte. Los expertos recomiendan intentar siempre sorprender a la persona a la que vamos a hacer cosquillas si de verdad queremos hacerla reír. Del mismo modo, es importante tener claros los puntos de cosquillas como los dedos de los pies, las plantas, las costillas y las axilas.
Además, otra idea interesante para hacer cosquillas pasa por cambiar las formas de contacto. No siempre hay que hacer cosquillas fuerte sino que a veces con pequeños toques ligeros, o simplemente pasando las uñas de forma suave por el cuello y las zonas más delicadas será suficiente para provocar cosquillas en la otra persona. Si tienes las uñas largas esto puede ser una gran ventaja a la hora de hacer cosquillas, aunque será fundamental tener mucho cuidado para no arañar a la persona objetivo de las cosquillas.
Cómo eliminar las cosquillas
Por último, si quieres eliminar o prevenir las cosquillas porque sueles recibir bastantes ataques de cosquillas debes saber que es posible hacerlo. Las personas no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos porque se trata de estímulos que requieren de un cierto nivel de sorpresa. De esta manera, si nos están haciendo un ataque de cosquillas y no podemos parar de reír, la manera de evitar que éstas nos afecten pasa por colocar la mano encima de la mano de la persona que te está haciendo cosquillas. Parece sorprendente, pero de esta forma es posible engañar a tu cerebro y conseguir que piense que es tu propia mano la que te está haciendo cosquillas.