Si hace tiempo que sientes que alguno de tus amigos está decaído, has detectado que padece alguna adicción, te cuenta que tiene muchos problemas y en general parece deprimido es importante que le animes a ir al psicólogo. Sin duda contar con tu apoyo incondicional será una gran alegría para tu amigo pero nos parece importante que también le animes a visitar a un psicólogo para que pueda recuperarse del todo con ayuda profesional.
La empatía es clave
Si quieres animar a un amigo a visitar a un psicólogo es fundamental que sienta que le apoyas, pero sobre todo es muy importante que sienta que le entiendes. Tienes que ser empático con tu amigo, que explicarle que quieres ayudarle y que mostrarle siempre tu mejor cara. Pregúntale como se siente, que es lo que percibe y apúntale cómo te sentías tú si alguna vez te has encontrado en una situación similar para que se sienta apoyado y comprendido y así puedas proponerle que pida ayuda a un psicólogo como hiciste tú.
Borra los mitos
Por otro lado, como nos explican los expertos de InstitutoSomosValencia.es, otro punto fundamental es conseguir borrar todos los mitos que existen alrededor de los psicólogos. Mucha gente asigna psicólogo con locura y se niega a ir por temor a que la sociedad le ponga un estigma que francamente no existe. Explícale cómo un psicólogo puede ayudarte y si es el caso ponte como ejemplo para que vea que incluso las personas más fuertes necesitan ayuda de vez en cuando.
Déjale decidir
Asimismo, es fundamental que dejes que tu amigo decida. Es decir, todas las personas tienen su propio derecho a decidir sobre su vida y esto incluye su salud mental. Tú puedes lanzar tu propuesta pero es importante que dejes claro a tu amigo que siempre podrá decidir si quiere ir o no ir a la consulta ya que su bienestar a nivel psicológico es cosa suya.
Ayúdale económicamente si lo necesita
Si se da la situación de que tu amigo no puede permitirse ir al psicólogo porque por ejemplo el problema que tiene es una adicción con el juego y se encuentra arruinado y tú te encuentras en una buena situación económica sería importante que te comprometieras económicamente a ayudarle si a cambio te promete visitar el psicólogo e intentar curarse.
Explícale que no es un psiquiatra
Muchas personas también confunden a los psicólogos y los psiquiatras y piensan que si van al psicólogo les van a dar un montón de pastillas que les atontarán y no les dejarán ser ellos mismos. Nada más lejos de la realidad. Además de que los psiquiatras sólo prescriben medicación si es necesario hacerlo, los psicólogos se encargan de ayudar y de enseñar diferentes estrategias para poder hacer frente a los problemas.
No intentes tratarle tú
Lo que nunca debes hacer es «actuar como psicólogo». Aunque intentes hacerlo bien no eres un profesional y por muy empático que seas y encuentres puntos en común con su sufrimiento cada persona vive el sufrimiento de una forma así que no trates de interpretar lo que le pasa a tu amigo sino que explícale tu punto de vista teniendo en cuenta siempre que cada uno puede sentir de una forma y por tanto un psicólogo podría ayudarle a sentirse mejor.
Ayúdale a escoger profesional
Otra forma interesante con la que podrás animar a un amigo a visitar a un psicólogo es que le ayudes a escogerlo. En la actualidad gracias a las nuevas tecnologías podréis encontrar un profesional perfecto para ayudarle con su problema e incluso concertar una cita online.
Acompáñale si lo necesita
Asimismo, si tu amigo tiene miedo de ir al psicólogo por primera vez puedes convencerle para visitarlo yendo con él. Así te aseguras de que vaya sin ponerle presión porque sentirá que está iniciando el proceso en compañía de alguien que de verdad le quiere. Si no se atreve a ir todavía, le parece complicado o tiene miedo puedes animarle a hacer una primera visita sin compromiso, para ver qué siente y si éste profesional de verdad puede ayudarle.
Elige el momento perfecto
Cuando vayas a animar a tu amigo a visitar un psicólogo también es importante elegir el momento perfecto. Ten en cuenta que se trata de un tema íntimo y delicado para la mayoría de las personas y por tanto es mejor buscar un momento y lugar tranquilo e íntimo dejando de lado las discusiones y por supuesto la presencia de otras personas o momentos de fiesta.